PRUDENCIO SEGUROLA AMARRATEGUI, de existir, sería un fenomenal campeón de Mus pero... ¿sería un buen político?
D. Prudencio resultaría raro en la política de un País ya que creo que ésta debe ser viva, por tanto evolutiva; prudente en los planteamientos, pero divertida -polémica- y necesariamente atendiendo no tan sólo a uno, por muy importante que sea el tema, de todas los anhelos de los votantes que le ofrecieron de manera reivindicativa su voto; imprevisible en sus manifestaciones y con un ideario de valores claro y evidente y que, aunque gobierne para todo el País, desde el punto de vista ideológico, debe atender y defender las inquietudes vitales de sus votantes que se tienen que sentir atendidos también en este último sentido por él en todo momento, tal y como hacen los políticos de Estado en todos los países desarrollados. Oigan que para hacer cada política sectorial ya está el especialista del ramo, debidamente nombrado, impulsado y observado por él.
Oigan, qué no sólo de pan vive el hombre, ¡ SEGURO !
Todo esto se me ocurre conociendo la noticia del fallecimiento de MARGARET THATCHER, quién de manera parecida a Winston Churchil, fué el paradigma de un auténtica política de ESTADO.
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