NOTA: No puedo evitar el recordar aquí uno de mis primeros Post del Blog, ya finalizado "observacionesyexperiencias", denominada LA EDUCACIÓN SEXUAL EN LA..."EDAD MEDIA" y que a continuación les traigo:
El oscurantismo medieval, producto del fundamentalismo religioso de aquellos tiempos (Inquisición, por ejemplo) lo tenemos más arraigado de lo que sería conveniente –hasta la médula, diría yo-; debemos ser conscientes de este tema aquellos que tenemos la fortuna de ser padres porque es importante para la futura Felicidad de los que de nosotros dependen que la educación sexual, entre otras cosas, la reciban fundamentalmente de nuestra parte, tanto desde el punto de vista emotivo y sentimental, como técnico (anticonceptivos, enfermedades venéreas, sida, etc.), sin dejar absolutamente nada, nada a la improvisación, incluyendo aquí la teoría de las técnicas sensuales que nosotros tuvimos la mala suerte de conocer, algunos torpemente, solo con el tiempo y la práctica, pero que es importante conocerlas bien desde el principio para así, habiéndolas recibido de quién más autoridad moral tienen sobre ellos, nosotros sus padres en el seno de su familia, podrán disfrutar plena y libremente de su cuerpo cuando más a flor de piel se tiene la sensibilidad.
Seamos sinceros, en mi generación (1956), de la que puedo hablar porque soy parte de ella, el que no dejó a una chica embarazada fue de auténtica chiripa porque no hay quién pueda con la fuerza que sobre la voluntad de un chico tienen la hormonas y la curiosidad; sólo es comparable con la de un terremoto, un tsunami, o un volcán. En el caso de las chicas será igual, aunque ellas por lo general son más disciplinadas. Y entonces la educación sexual era nula.
En este tema, como en muchos otros, lo orientales lo tienen mucho más claro que nosotros. Hace poco recibí un e-mail en el que se veía en un de gimnasio, desnudos y por parejas, decenas de jóvenes orientales aprendiendo y disfrutando sin ningún tipo de rubor, o complejos, estas técnicas. Por supuesto no comparto el método por la masificación, ya que considero la relaciones sexuales parte importante de la intimidad de la persona y de la pareja, y que se deben tener siempre y únicamente como complemento del enamoramiento (Amor), con todo lo que él implica, aunque si me gustaría que las enfocásemos con la misma naturalidad que los orientales tanto la educación sexual como la propia sexualidad en sí misma, para lo que es indispensable la familia.
Y a mi entender aquí está el quid del tema del aborto. El asunto no son la leyes parlamentarias (Entiendo que la Iglesia no tiene que entrar “al trapo” en estos temas tan humanos; aquí como en ningún otro tema, yo creo que puede el Papa utilizar la frase que en su día pronunció el anterior Papa, refiriéndose a los desagradables casos de pederástia -ya erradicados, gracias a Dios- en la Plaza de San Pedro: “Tenemos que aprender a ser intransigentes con el pecado, comenzando por los nuestros: entiendo que el auténtico pecado, por omisión en este caso, es no educar sexualmente a nuestros hijos -de ninguna manera, a mi entender, está reñida la educación sexual responsable con El Evangelio según San Juan, por ejemplo-, e indulgentes con las personas -las pobres chicas que por mil motivos se ven obligadas a abortar con todo lo que eso lleva parejo y que con mucho esfuerzo a lo largo de los años, para poder vivir, acaban convirtiendo esa tremenda experiencia en “un mal sueño” que les durará toda la vida; además es algo de lo que se autoinculpan ingenuamente sin darse cuenta de que su situación es fruto de errores heredados a lo largo de muchas, muchas generaciones.
Por eso comparto el enfoque natural que los orientales dan a la educación sexual, REPITO, no tanto en el método como en la esencia, para solucionar de una vez por todas muchos complejos, problemas psicológicos relacionados (eyaculación precoz, por ejemplo), mala praxis, el tema del aborto, etc.
Yo también lo tengo claro y ¿ ustedes ?
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