miércoles, 15 de mayo de 2013

LA HUMANIDAD vs DIOS: El Aborto [Repetición]


          
                Desde estas humildes páginas me he referido al aborto, no muchas veces, es cierto, por no resultar pesado aunque es un tema que, como el hambre en el Mundo (lo dejo para otro día) sobre todo infantil, prácticamente me quita el sueño.


             Pero vayamos al grano: con estos temas no se puede andar con medias tintas; éstas dejémoslas para los calamares.


              El Aborto no es absoluto un tema político, no señor, es un tema HUMANO y por lo tanto también Divino. Que usted no cree  en Dios, me parece bien, pero usted mujer no  debería de  prescindir de uno de los dones con que la madre naturaleza le ha dotado: el don de ser madre, utilizando su capacidad de interrumpir un embarazo, privando de ver la Luz a un ser destinado a ello.

           Pero que tienen que ver en este tema los actuales Obispos españoles de la Eterna Iglesia Católica, entre los que desgraciadamente "algunos" vienen  arrastrando todavía odios y maneras predemocráticas, siendo portadores de un ansia de protagonismo y falta de delicadeza con lo que tan sólo consiguen que este humano problema se convierta en un conflicto político (horror). ¿Por qué los "Obispos" tienen que interferir en este asunto que afecta directamente a  la intimidad espiritual de cada mujer con el mismísimo Dios o con la mismísima Naturaleza? ¿O es que tienen la exclusiva Divina? Ellos, actualmente en España, son representantes, más bien, de un tinglado; seamos sinceros.

             El Papa Francisco entiende esto perfectamente, cuando dice que el pastor tiene que "oler a ovejas" o cuando dice que "la Iglesia es para los pobres", donde yo creo que se refiere a pobreza en general, más incluso a la de aquellos espíritus oscuros en todos los sentidos y que en su oscuridad afectan por supuesto a la pobreza también material de gran parte de la humanidad.

                   No se puede politizar el tema del aborto: es un tema de conciencia íntima personal. El legislador debería de tener esto en cuenta, procurando ser exquisitamente escrupuloso, tejiendo la Ley correspondiente con hilo de auténtica fina seda o recreándose en un verdadero encaje de bolillos de Camariñas, como quieran, y estipulando incluso que la votación parlamentaria sea secreta, íntima., donde cada parlamentario se enfrente a él mismo, a la Naturaleza o a Dios, como quieran, siendo perfectamente  consciente de lo que está haciendo. Esta vez no se trata de una Ley más, no para prohibir abortar, si no para matizar este hecho -casi consuetudinario desde la noche de los tiempos, diría yo-  para que la mujer se sienta en todo momento amparada por el Estado, por la Sociedad y por la Iglesia Católica y otras de manera generosa y muy diligente, si es que por cualquier humano motivo no quiere o no puede hacerse cargo de un futuro Hombre, necesitado de sus entrañas para formarse y nacer. Oigan no es ninguna broma como para coñas de movilizaciones, etc., etc., si no que es algo tan importante como para reconocernos socialmente desarrollados, maduros, cultos y añado yo, a bien con Dios.

                   Quién no ha sentido  en una mujer cercana el profundo padecer por un aborto voluntario. No hay derecho a hacer "escracher" en clínicas abortistas en las que una madre "entrega" a su hijo; tenemos que respetarnos aún en estos trances. Nadie es quién de prejuzgar a estas mujeres que voluntariamente, sin ni siquiera imaginarlo, se destinan a un horroroso sufrimiento para toda su vida.

                      Efectivamente son portadoras de un feto, pero ¿Son propietarias de su vida? ¿Es alguien que no sea Dios o la Naturaleza propietario de una vida? Yo creo que no y que la sociedad entera debe suavizar el caminar de estas mujeres: 1º.-Erradicando de raíz el odioso "qué diran"; una mujer, si se queda embarazada por un error, es evidente que o en su planificación familiar o en su economía o en si vida no encaja un hijo más (bastante desgracia es ya de por sí es sufrir estos  condicionantes): no todos tenemos la misma suerte. Yo, por ejemplo, tuve una heterosexual y  promiscua juventud, como todos los jóvenes de mi entorno pero tuve la fortuna de que mi semen no prendió en ninguna chica; otros no tuvieron tanta suerte y las correspondientes jóvenes que abortaron, aún hoy se despiertan agitadas y sudorosas de madrugada. 2º.-Desmitificando por completo el Sexo en la adolescencia e incluso aumentar en ese momento el conocimiento de su sana práctica, para abiertamente disfrutar de él y aumentar la Felicidad de cada uno; por otra parte, un joven que sepa, correrá muchos menos riesgos, siempre. Honestamente les digo que al  Dios en el que yo creo,le gusta la Felicidad y no creo que le guste la vida de una persona con su hormonal y natural sexualidad reprimida, máxime cuando le puede acarrear desviaciones desagradables; otra cosa es que vocaciones especialmente sensibles renuncien voluntariamente sin infelices esfuerzos a ella.. 3º.- UNIVERSALIZANDO (mundialmente) por completo los anticonceptivos y la planificación familiar. 4º.- Apoyando las instituciones ya actuantes y creando nuevas, que con financiación pública y privadas ayuden a mujeres embarazadas e incluso se encarguen de las correspondientes adopciones

                     Por Dios, que ninguna mujer se sienta obligada a abortar nunca más en esta sensible España destinada a ser el adalid mundial en este y otros temas. El aborto no es un progreso -siempre lo hubo-, es un regreso; cómo puede preocuparnos más las infraestructuras o nuestra economía, por ejemplo, que la vida de las futuras generaciones. 



NOTA: Ninguna mujer debe situarse políticamente por el hecho de abortar o no abortar; lo mismo con los profesionales, médicos y demás en este caso; es una cruel deformación de la personalidad de las mujeres, de los profesionales y de la misma política. Señores políticos les ruego que olviden en este tema sus carreras e incluso la lucha por los "votos".



GALEGO

Dende estas humildes páxinas referinme ao aborto, non moitas veces, é certo, por non resultar pesado aínda que é un tema que, como a fame no Mundo (déixoo para outro día) sobre todo infantil, practicamente me quita o sono.

Pero vaiamos ao gran: con estes temas non se pode andar con medias tintas; estas deixémolas para as luras.

O Aborto non é absoluto un tema político, non señor, é un tema HUMANO e polo tanto tamén Divino. Que vostede non cree en Deus, paréceme ben, pero vostede muller non debería de prescindir dun dos dons con que a nai natureza o dotou: o don de ser nai, utilizando a súa capacidade de interromper un embarazo, privando de ver a Luz a un ser destinado a iso.

Pero que teñen que ver neste tema os actuais Bispos españois da Eterna Igrexa Católica, entre os que desgraciadamente "algúns" veñen arrastrando aínda odios e maneiras predemocráticas, sendo portadores dunha ansia de protagonismo e falta de delicadeza co que tan só conseguen que este humano problema se converta nun conflito político (horror). Por que os "Bispos" teñen que interferir neste asunto que afecta directamente á intimidade espiritual de cada muller co mesmo Deus ou coa mesma Natureza? Ou é que teñen a exclusiva Divina? Eles, actualmente en España, son representantes, máis ben, dunha lea; sexamos sinceros.

O Papa Francisco entende isto perfectamente, cando di que o pastor ten que "ulir a ovellas" ou cando di que "a Igrexa é para os pobres", onde eu creo que se refire a pobreza en xeral, máis mesmo á daqueles espíritos escuros en todos os sentidos e que na súa escuridade afectan por suposto á pobreza tamén material de gran parte da humanidade.


Non se pode politizar o tema do aborto: é un tema de conciencia íntima persoal. O lexislador debería de ter isto en conta, procurando ser exquisitamente escrupuloso, tecendo a Lei correspondente con fío de auténtica fina seda ou recreándose nun verdadeiro encaixe de palillos de Camariñas, como queiran, e estipulando mesmo que a votación parlamentaria sexa secreta, íntima., onde cada parlamentario se enfronte a el mesmo, á Natureza ou a Deus, como quierean, sendo perfectamente consciente do que está a facer. Esta vez non se trata dunha Lei máis, non para prohibir abortar, se non para matizar este feito -case consuetudinario dende a noite dos tempo, diría eu- para que a muller se sinta en todo momento amparada polo Estado, pola Sociedade e pola Igrexa Católica e outras de xeito xeneroso e moi dilixente, se é que por calquera humano motivo non quere ou non pode facerse cargo dun futuro Home, necesitado das súas entrañas para formarse e nacer. Oian non é ningunha broma como para coñas de mobilizacións, etc., etc., se non que é algo tan importante como para recoñecernos socialmente desenvolvidos, maduros, cultos e engado eu, a ben con Deus.

Quen non sentiu nunha muller próxima o profundo padecer por un aborto voluntario. Non hai dereito a facer "escracher" en clínicas abortistas nas que unha nai "entrega" o seu fillo; temos que respectarnos aínda nestes transos. Ninguén é quen de prexulgar estas mulleres que voluntariamente, sen nin sequera o imaxinar, se destinan a un horroroso sufrimento para toda a súa vida.


 Efectivamente son portadoras dun feto, pero Son propietarias da súa vida? É alguén que non sexa Deus ou a Natureza propietario dunha vida? Eu creo que non e que a sociedade enteira debe suavizar camiñar destas mulleres: 1º. -Erradicando de raíz o odioso "que diran"; unha muller, se se queda embarazada por un erro, é evidente que ou na súa planificación familiar ou na súa economía ou en se vida non encaixa un fillo máis (bastante desgracia é xa de por si é sufrir estes condicionantes): non todos temos a mesma sorte. Eu, por exemplo, tiven unha heterosexual e promiscua xuventude, como todos os mozos do meu ámbito pero tiven a fortuna de que o meu seme non prendeu en ningunha rapaza; outros non tiveron tanta sorte e as correspondentes mozas que abortaron, aínda hoxe espertan axitadas e sudorosas de madrugada. 2º. -Desmitificando por completo o Sexo na adolescencia e mesmo aumentar nese momento o coñecemento da súa sa práctica, para abertamente gozar del e aumentar a Felicidade de cada un; por outra parte, un mozo que saiba, correrá moitos menos riscos, sempre. Honestamente dígolles que ao Deus no que eu creo, gustalle a Felicidade e non creo que lle guste a vida dunha persoa coa súa hormonal e natural sexualidade reprimida, máxime cando lle pode carrexar desviacións desagradables; outra cousa é que vocacións especialmente sensibles renuncien voluntariamente sen infelices esforzos a ela.. 3º.- UNIVERSALIZANDO (mundialmente) por completo os anticonceptivos e a planificación familiar. 4º.- Apoiando as institucións xa actuantes e creando novas, que con financiamento público e privadas axuden a mulleres embarazadas e mesmo se encarguen das correspondentes adopcións

Por Deus, que ningunha muller se senta obrigada a abortar nunca máis nesta sensible España destinada a ser o adaíl mundial neste e outros temas. O aborto non é un progreso -sempre o houbo-, é un regreso; como pode preocuparnos máis as infraestruturas ou a nosa economía, por exemplo, que a vida das futuras xeracións?.

 

NOTA: Ningunha muller debe situarse politicamente polo feito de abortar ou non abortar; o mesmo cos profesionais, médicos e demais neste caso; é unha cruel deformación da personalidade das mulleres, dos profesionais e da mesma política. Señores políticos prégolles que esquezan neste tema as súas carreiras e mesmo a loita polos "votos".



No hay comentarios:

Publicar un comentario